jueves, 2 de julio de 2015

Promesa de amor



Hace poco más de 1 mes, el 27 de mayo de 2015, para ser exactos, me casé con una gran mujer, con la que ya llevó más de 6 años juntos, empezamos a salir “oficialmente” el 27 de diciembre de 2008.

Por cuestiones de que el juez que nos casó como que llevaba prisa, y porque la verdad a mi se me olvido por completo, nuestros votos matrimoniales fueron un tanto escuetos, y es por eso que decidí mejorarlos con este humilde texto.




A mi esposa:


Hemos convivido por más de 6 años, y hemos vivido juntos por poco menos de un año. No es fácil hacer lo que hemos hecho, hay gente que no lo aguanta. Pero contra viento y marea, tú y yo seguimos navegando en este mar, de la mano, apoyándonos, aguantándonos, con amor.

Esto es un paso importante en nuestra vida. Estamos uniéndonos, con la esperanza y seguridad de que esto será de aquí a la eternidad, para formar una pequeña familia. Nos queda la vida por delante, toda una aventura que transitar, y que tengo la confianza de que, a tu lado, será maravillosa.


No te puedo prometer que siempre estaré ahí, físicamente, a tu lado. Esta vida, como tu bien lo sabes esposa mía, está llena de idas y venidas. Pero te puedo prometer que nunca dejarás de estar en mis pensamientos, y que cada vez que necesites un abrazo, o palabras de aliento, y no pueda estar ahí, me dolerá en el alma, porque nada me hace más infeliz que saber que tú no estás bien.


No te puedo prometer que nuestra vida va a estar llena de alegría a cada segundo. Ya nos ha pasado, de vez en cuando tenemos peleas. Sea por cosas importantes, o por cosas intrascendentes, pero las ha habido, y las seguirá habiendo. Pero te puedo prometer que los buenos momentos si estarán llenos de alegría, y que aun cuando pelemos podrás contar conmigo para ayudarte y amarte.


No te puedo prometer que siempre te voy a dar la razón. No será nunca de esos que terminen todo con un “lo que tú digas, mi amor”. Pero te puedo prometer que siempre te voy a defender ante los demás, aun cuando este equivocada. Ahora eres mi esposa, y no importa que, eres la persona más importante en este mundo para mí, así que no permitiré que nadie te critique ni te haga menos, y mucho menos en mi presencia.


No te puedo prometer que no habrá cosas tediosas o difíciles que hacer en esta nueva vida. Pero si te puedo prometer que yo haré las cosas que ninguno de los dos quiere hacer, si realmente no quieres hacerlo más de lo que yo no quiero hacerlo.


No te puedo prometer que siempre seré un pilar de salud, ya pasó, porque aun cuando me creo Superman, la verdad de las cosas es que el cuerpo pasa factura. Pero lo si te puedo prometer es que nunca dejaré de checarme cuando algo esté mal en mi cuerpo, para que no haya ninguna sorpresa de salud.


No te puedo prometer que cuando llegue el momento de ser padres, todo será sencillo. Pero te puedo prometer que intentaré ponerte antes que a los hijos. Es difícil, el mandato biológico es poner a los niños primero, pero intentaré siempre dejar un tiempo para ti y para mí solamente, como pareja. Y prometo que siempre será cuestión de dos, si hay que tomar una decisión, nuestros hijos escucharán la decisión a la que ambos hayamos llegado, luego de hablarla, nunca tomaré una decisión sin consultarte a ti.


En pocas palabras, lo que te prometo no es un cuento de hadas, con un “y vivieron felices por siempre”, lo que te prometo es una aventura cada día, con sus altas y sus bajas, lo que te prometo es poner mis necesidades, deseos, metas y prioridades después de las tuyas, para trabajar en tu felicidad de forma real y sincera. Lo que te prometo es nunca dejar de ver por ti y por mi, por nuestra felicidad, y por nuestra pequeña familia.


Lo que te prometo es que, para citar una frase famosa y que me encanta, todo lo que soy, y todo lo que tengo, es tuyo, para siempre.


Lo que te prometo es amarte toda la vida, hasta el momento en que mi último aliento deje mi cuerpo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario