martes, 19 de octubre de 2010

AMLO: ¿Movimiento o fanatismo?

Publicado inicialmente en SDP.com
Llevo tiempo ya leyendo las distintas columnas, artículos y reportajes que se publican en SDP. Cabe aclarar que jamás he simpatizado con el movimiento de Obrador, y probablemente jamás lo haga. No tengo ningún color ni soy de izquierda, ni de derecha, ni de centro, pues cada una ofrece distintas cosas que congenian conmigo. Y es exactamente por eso que leo lo que es publicado en esta página. Cualquier persona que pretenda ser o sentirse periodista sabe a la perfección (o debería) que se debe de informar y/o documentar sobre todo lo que escribe para poder no sólo formarse un juicio, sino también para poder tener la capacidad de crear un debate serio y sano.
Hace poco, otro columnista invitado, Gibrán Ramírez Reyes, publicó una serie titulada “¿Votarías por López Obrador?” en el cual analizaba distintas razones por las cuales la gente no votó por Obrador en el 2006, pero invitando al diálogo y al debate. Personalmente he tenido la oportunidad de debatir con él. Ha sido un placer, pues a diferencia de muchos, es inteligente y articulado al momento de este ejercicio. Pero también he debatido con otras personas, que apoyan la causa del excandidato presidencial, que han resultado en experiencias dignas de no ser recordadas. Y es esa la razón que me puso a pensar, y que ultimadamente derivó en esta columna.

Al momento de hablar de Obrador, parece no haber puntos medios. Si hablas de él, eres AMLOista, si no hablas de él, o lo criticas, estás en su contra y eres parte de la manipulación de la oligarquía. Desde 2006, si no es que un poco antes con el proceso de desafuero promovido por Vicente Fox, Obrador se convirtió en tema constante de debate, crítica y en algunas ocasiones, hasta burla. A partir de ese momento, la sociedad mexicana se dividió, los que estaban a favor y lo que estaban en contra, hecho demostrado en esa cerrada elección.
Durante el tiempo de campaña sucedieron muchas cosas, pero la principal fue esa terrible guerra sucia en los medios. Se dijeron muchas cosas que estoy seguro que todos los que lean esto recordarán a la perfección. Y cómo olvidar lo sucedido después de la elección, durante ese bloqueo en Reforma. Y ahí pa’ delante. En los últimos días el propio presidente volvió a encender la mecha con sus lamentables declaracione. La sociedad sigue dividida, o por lo menos, fragmentada. Muchos de los que apoyan a Obrador son fieles creyentes, escuchas de su palabra, sin ponerla en duda. No es crítica ni mucho menos. Todos tenemos a algunas personas/instituciones en las que creemos fielmente. Pero ahí es donde surge mi duda: ¿Es eso un movimiento o fanatismo?
Según la Real Academia de la Lengua Española, el fanatismo es una tenaz preocupación, apasionamiento del fanático, que define a este último como que defiende con tenacidad desmedida y apasionamiento creencias u opiniones, sobre todo religiosas o políticas.
Movimiento (en el contexto que sirve para los propósitos de esta columna) es definido como desarrollo y propagación de una tendencia religiosa, política, social, estética, etc., de carácter innovador.

Yo soy de las personas que gustan de debatir, sin embargo, cuando llega el momento de hacerlo con alguien que apoya la causa de Obrador, siempre es difícil. El 90% de las personas con las que debato de este tema, por lo general acaban cayendo en el insulto, recurso de desesperación, para al final tacharme de ser parte de la manipulación de “la oligarquía”. Ha habido quienes me han tachado hasta de ser un porro pagado por Calderón para estar twitteando en contra del Obrador.
Son muchas las declaraciones de algunos con los que he debatido que repiten lo dicho por Obrador… Pero el problema viene cuando tienen que probar sus dichos. Sin embargo, y faltos de pruebas, ellos creen ciegamente en lo que dicen, y llegan, como ya lo expresé, a la agresión si uno debate en contra de lo que ellos dicen.
Yo jamás he puesto en duda que lo planteado por Obrador es algo innovador, y como lo dije al principio de este texto, y como también lo dijo Gibrán Ramírez en su serie, de hecho yo tengo algunas coincidencias en lo propuesto por el excandidato, sin embargo no comparto su visión política, y he sido atacado por varios miembros de su movimiento por esa razón.
Mi duda recae en esa cuestión… Como se puede catalogar el fenómeno de López Obrador, ¿como movimiento o como fanatismo? ¿Qué acaso no se puede encontrar un punto medio en donde se acepten las diferencias y coincidencias de las personas?

He de admitir que conozco a mucha gente que su principal argumento en contra de Obrador es exactamente este comportamiento de algunos  (pues no puedo decir que todos) seguidores de AMLO. Y habrá que recordar el famoso refrán “Dime con quién andas y te diré quién eres” que refleja a la perfección el desagrado que muchas personas tienen hacia Obrador, pues la gente que lo apoya (empero, no todos), deja mucho que desear con su forma de “debatir”

Al final, espero que este texto no ofenda sensibilidades y que pueda generar un debate serio, ordenado y sin insultos, y que no sea el primero y último que pueda yo publicar en esta página, pues todavía tengo puntos de vista que decir, y que espero que esta página esté abierta, en sus columnas, a una persona que difiere de su línea editorial. Espero a cualquiera que quiera debatir en mi Twitter, y agradezco a Federico Arreola su apoyo para que este texto fuera publicado, pero más que nada, por su apertura a puntos de vista diferentes a los suyos.

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