Pocos, si no es que nadie, puede negar que ser gamer es muy
caro. Un juego AAA, de esos que vienen de los grandes estudios, con
presupuestos todavía más grandes, campaña de marketing y todo el show, ronda en
la actualidad los $1,099 en la gran mayoría de las tiendas establecidas, con
precios no mucho más alentadores, si es que no iguales, en otros
establecimientos o en el mundo digital.
Y la verdad es que las cosas no parecen mejorar en el futuro
cercano.

Regresando al tema que nos interesa:
Desde hace mucho, los gamers en México y en muchos países de
Latinoamérica se preguntan por qué si un juego cuesta $50 USD en EEUU, aquí nos
lo vienen a vender en $999. La gran mayoría de nosotros seguimos cometiendo el
error, ahora todavía peor, de hacer la conversión de 10 pesos por dólar, cuando
tiene mucho que ese no es su precio en nuestro país. Aun así, a finales del año
pasado, con el dólar rondado en $13, ese juego habría costado alrededor de 650,
¿no? Pues no, queridos lectores, temo decirles que no.
A mucho se les olvida que los videojuegos son un producto de
importación “de lujo”, que los distribuidores compran en dólares y tienen que
venir a vender aquí en pesos, y ya con eso nos deberíamos de empezar a dar una
idea de por qué será que los gamers tendremos que desembolsar más. Conforme la
moneda nacional pierde terreno frente a la moneda estadounidense, se vuelve más
y más caro traerlos. Es por eso que a inicios de año, cuando el dólar empezó a
subir, hubo el ajuste donde pasamos a ver los AAA en lanzamiento de $999 a
$1,099
A esto hay que añadirle el hecho de que no se trata
solamente de que el distribuidor los compra, los trae, y ya *puff*, mágicamente
están en nuestras manos. Vamos por pasos:
1.- El distribuidor los compra en EEUU en dólares.
2.- El distribuidor los tiene que transportar a México.
3.- Al llegar a México, hay que pagar impuestos aduaneros,
el arancel, que de acuerdo al precio del producto es el costo del arancel.
4.- Ya en México, el distribuidor no los lleva directo del
aeropuerto a la tienda, no, hay que guardarlos en algún lugar. Hay que pagar
por un espacio en alguna bodega.
5.- El distribuidor tiene que negociar con algún retail, la
tienda que nos vende los juegos, para ver cómo se va a fijar el precio final,
para que dicha tienda tenga una ganancia
6.- El precio final incluye toda la mano de obra necesaria
para que el videojuego llegue como nosotros los vemos en los estantes. Es
decir, empaquetado, transportación, manejo del producto, y claro está, los
amables (o en algunos casos, apáticos) empleados de dichas tiendas.
Ahí tienen amigos, esto resuelve la pregunta de por qué el
videojuego es más caro en nuestro país que en el vecino del norte. Hay muchas
personas e impuestos involucrados en el proceso de traer un videojuego. Y
también la explicación de por qué en la gran mayoría de las ocasiones, las
tiendas digitales de las consolas (con excepción de las de Nintendo) los
videojuegos son más baratos, porque no hay intermediarios.
Pero ni en el mundo digital nos salvamos, ya sean en las
plataformas de cada consola, o sitios como Amazon. La simple explicación, en
estos lugares se paga en dólares directamente. Mientras más caro el dólar,
mayor el costo de descarga un juego.
“Pero Mornië, aquí en México muchos de los grandes
publishers tienen presencia”. Si, si,
queridos lectores, la hay. Pero no producen aquí sus discos. Los equipos en
nuestro país de los grandes estudios, en la gran mayoría de los casos, son
equipos de relaciones públicas, dedicados únicamente a promocionar los títulos,
y por eso dependen de terceros para poder traer esos títulos a nuestro país.
Al final, en México los videojuegos, y todos los productos
de importación, empezarán a ver un incremento en sus precios, por una cuestión
meramente de ajuste de mercado, y según la Confederación Patronal de la
República Mexicana, este incremento lo empezaremos a ver en septiembre…
Así que ya saben mis queridos lectores… Para finales de año
se esperan muchos lanzamientos AAA, y una inflación del 5%... ¡Así que a
ahorrar se ha dicho, que este año, el aguinaldo y Santa Claus van a estar muy
apretados!